Detalles
Trae mucho apetito y un poco de dinero a este rincón que ofrece excelente comida griega.
Sin importar la hora del día o de la noche, diferentes tipos de personas llenan este restaurante, de apariencia un tanto zen, que en algún momento servía como gasolinera, para pedir su orden en el movido mostrador. Pisos inclinados, paneles de plástico azul y mesas muy pegadas no representan cabalmente la gran cantidad de comida que este pulcro restaurante ofrece a sus comensales.
Los gyros no pueden ser mucho mejores en ningún otro lugar. Los de aquí están hechos con jugosas lascas de aromático cordero, servidos en pan pita tibio, con cebollas dulces y una cremosa salsa de pepinos y ajo. Las croquetas de chícharos (llamadas "falafel"), servidas con una salsa de tahini, son sabrosas y nada grasosas. Las hojas de parra podrían resultar grasientas, pero la ensalada griega es espléndida y está colmada de aceitunas kalamata, gruesas ruedas de tomate y queso feta. Las jugosas chuletas de cerdo, aliñadas con limón y orégano, se preparan a la parrilla a la perfección y van de maravilla con las papas fritas con todo y cáscara.
Las órdenes para llevar a casa son muy populares aquí. No olvides llevar, también, los irresitibles baklavas repletos de miel.