Detalles
Marcado solamente por un color azul intenso, Marfreless ha sido uno de los bares favoritos para los enamorados desde 1972. Pero con nueva gerencia y una renovación completa, es posible que no se le reconozca más que por el nombre. Desde el decorado hasta el código de vestir, todo ha sido reemplazado. El interior ostenta ricos tonos tierra, fotos en blanco y negro de puntos emblemáticos y sofás de piel. Entre los cambios también están un baño unisex, un código de vestir obligatorio, servicio de estacionamiento valet y precios más contundentes para los platillos que figuran en el menú.
En la planta baja, los clientes, muchos de ellos en su treintena, disfrutan de amplios asientos y un bar grande. No hay que preocuparse si las filas son largas; hay planes para traer máquinas que ofrecen auto-servicio para adquirir vinos por copa. En la planta alta un toque del pasado permanece intacto con cómodos sofás e iluminación tenue para las parejas que deseen escapar. Incluso hay cortinas corredizas para dar un poco más de privacidad.
A pesar de todos los cambios hay algunos detalles que permanecen iguales: el nombre, la puerta azul intenso y la cantidad de martinis que se toman en privado.