Un nuevo tratamiento no quirúrgico que ofrece la Rama Médica de la Universidad de Texas para tratar el cáncer de próstata elimina, prácticamente, los efectos secundarios de impotencia e incontinencia que pueden ocurrir cuando los pacientes se someten a la remoción quirúrgica de la próstata, tratamiento al que se recurre tradicionalmente para tratar el cáncer de dicha glándula. 

El Dr. Eric Walser, Presidente de Radiología de UTMB, es uno de los pocos médicos en el mundo y el único médico en Texas en realizar este innovador procedimiento.Utilizando un modernísimo instrumento de láser guiado por resonancia magnética, desarrollado en UTMB, el Dr. Walser remueve las áreas afectadas por el cáncer sin tener que recurrir a la remoción de la próstata.

Hace poco, la Asociación Urológica Americana lanzó nuevas directrices para detectar el cáncer de próstata, diciendo que a los hombres de 55 años y menores no se les deben practicar exámenes rutinarios de próstata y que los hombres de 80 años y mayores no deben someterse a dichos exámenes si tienen una expectativa de vida de menos de 10 a 15 años.

La asociación determinó que las probabilidades para prevenir la muerte por cáncer de próstata con análisis de sangre con antígeno específico para próstata (PSA por sus siglas en ingles) para hombres entre 55 y 69 años de edad equivalen a la salvación de una vida por 1.000 hombres que se someten al examen en el período de una década. Ésta es una de las bases que ha utilizado la U.S. Preventive Services Task Force, acotando el pasado mayo que más mal que bien se les hace a aquellos hombres que pasan por la prueba, la biopsia y la extirpación quirúrgica de la glándula de la próstata.

La vasta mayoría de los cánceres de la próstata crecen tan lentamente que nunca llegan a ocasionar problemas. La impotencia y la incontinencia que podrían resultar cuando los nervios sensibles que rodean la próstata se dañan durante la cirugía pueden llegar a ser devastadoras.

"El problema es que la mayoría de los hombres a quienes la prueba de cáncer les da positiva, incluso si el riesgo es de 1 en 1.000 de morir por cáncer de próstata, todavía quieren que se lo extirpen", expresa Walser. "Nunca se sabe si tú vas a ser ese uno".

Para aquellos pacientes cuyo cáncer de próstata es grande, agresivo o se haya expandido fuera de la pelvis la terapia de ablación no pudiera ser la respuesta. En esos casos el departamento de urología de UTMB ofrece una gama de opciones quirúrgicas mínimamente invasivas, incluyendo la extirpación de la próstata con laparoscopía avanzada asistida por robots. Además, el departamento de radiación oncológica de UTMB ofrece numerosos métodos para tratar el cáncer de próstata con terapia de radiación enfocada.

Sin embargo, para aquéllos que deseen una opción no quirúrgica, la tecnología ha mejorado significativamente en los últimos años. En el pasado no había manera de que los doctores pudieran remover el cáncer sin extirpar toda la glándula de la próstata porque la tecnología de imágenes no era lo suficientemente poderosa como para iluminar el cáncer y la tecnología de láser no estaba lo suficientemente enfocada para remover el cáncer sin dañar el tejido circundante. Ése ya no es el caso.

"Nuestro enfoque combina las más modernas imágenes de resonancia magnética para identificar áreas de la próstata donde se sospecha hay cáncer y la más avanzada tecnología de láser para removerlas sin virtualmente ningún riesgo de impotencia o incontinencia", dice Walser, quien ha estado realizando este procedimiento por tres años.

Ensayos clínicos del nuevo procedimiento de láser empleado por Walser muestran que se trata de un tratamiento seguro y efectivo. Nuevos resultados clínicos han sido publicados en línea en la revista Radiology y un estudio relacionado al tema está siendo realizado en la Escuela Pritzker de Medicina de la Universidad de Chicago.

Nota de Molly Dannermaier

Traducción y edición de Ana C. Gutiérrez para VisitaHoustonTexas.com